patito

martes, 24 de agosto de 2010

CARSON MC CULLERS: La sobriedad original de las emociones


Cuando conocí a esta magnífica escritora me di cuenta de que hay un tipo de literatura de imágenes tan concretas que casi se pueden tocar. El corazón es un cazador solitario me hizo soñar con todos los personajes y las emociones que pululaban permanentemente en ese barrio colmado de colores y sensaciones. La gran escritora que se puso delante de mi me enamoró al instante. Ya en las primeras 25 páginas supe que tenía una gran obra entre mis manos y no puedo decir eso de muchas supuestas obras maestras que han llegado hasta mi. Siempre me pregunté por qué esa tristeza subyacente, por qué esa especie de melancolía tan bien dibujada, casi delineada como si fuera un perfecto retrato a mano alzada. Quizás porque el dibujo no es mi fuerte, la maestra María Angélica del primario podría aseverar esto con autoridad, me quedo perpleja frente a la prosa pictórica de Carson. Quizás también porque pensar a través de imágenes es algo complejo en sí mismo, de una abstracción de formas y colores que luego la palabra debe plasmar para llegar a nosotros con la belleza que ella le imprime. Quizás Carson sea la mejor retratista de los escritores que he leído, la más certera al deslizar la carbonilla hasta llegar a la médula de la emoción, hasta mancharnos las manos a los lectores al cerrar su novela. Me miro las manos ahora mismo, están limpias. Quiero releer su novela para mancharme otra vez, para descubrir en esas calles de ese barrio a los sonidos sordos, la música de los corazones que danzan en un ritual intimista, sentirme parte también y no lavarme más.

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