patito

domingo, 11 de septiembre de 2011

Dígame qué le sucede


Leía el Diario de un mal año y se desconcentraba. Había desconectado el teléfono para evitar interrupciones y estaba pensando en una buena taza de café negro cuando la tormenta se desató. En cinco minutos arrasó con todas las plantas de su balcón y con la ropa tendida. Vio volar calcetines y toallas como si fueran barriletes, repartiendo su vergüenza.

La gente corría por las calles, sorprendida por los chaparrones y poco a poco su calle se fue cubriendo de agua. Se asomó al balcón dejando que el viento le mojara el rostro, rociando su ropa, su pelo y alejando felizmente todos los planes que tenía pergeñados. Tocaron el timbre. El portero le avisaba que habían encontrado algunas de sus prendas en el balcón del piso de abajo. El vecino había recogido varios calcetines y un camisón. Bajó a buscarlos un tanto abochornada y muerta de risa al mismo tiempo.

De vuelta en su piso sintió el vértigo que tantas veces había experimentado sin motivo aparente. Dejó la ropa mojada y sucia en el suelo y se fue a caminar con botas de lluvia e impermeable.


Patricia Bustelo
Septiembre2011

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