patito

domingo, 26 de septiembre de 2010

Daniel Boggio: el humor en la trama y una vaca sexualmente interesante


La vaca aficionada a la fellatio es un libro de relatos genial. Escritor argentino, Boggio, está lleno de imágenes elaboradas, diálogos sutiles, divertidos e inteligentes. Llegó hasta mí el día de mi cumpleaños, de la mano de mi amor, y la verdad es que soy objetiva al hablar del libro a pesar de su origen. Daniel Boggio fue todo un descubrimiento para mí. Como esas sorpresas geniales que te dejan en la cara dibujada una enorme sonrisa de placer. Creo que las escenas son impecables, los pensamientos de los personajes verosímiles hasta la médula incluso en su faceta más surrealista. El título del libro abre un mundo de posibilidades: el mundo Boggio, que a mí me resultó fascinante. Lo leí en dos días, y si no fuera por algunas necesidades básicas que me reclamaban del mundo real, amigos, familia y dormir, hubiera durado unas horas en mis manos. Lo deglutí, todavía tengo el sabor en mi boca. De humor fino, y grotesco a la vez me acarició sin remedio la cabeza, metiendo sus dedos llenos de metáforas entre mis cabellos y haciéndome sentir en mi casa. Los personajes enfrentanconflictos desde el conflicto, y eso creo que es la llave para leer a este autor original. Y el conflicto se resuelve en la trama, está ahí, aunque no lo podamos tocar, lo vemos, nos destina a mirar, espectadores de la ficción, metiéndonos por momentos tanto que creamos en la mente la gran fantasía de estar ahí, escuchando a los personajes dialogar, conversando con el personaje mientras piensa en voz alta. Boggio es un verdadero baúl que quiero abrir todo el tiempo, sacar de adentro las fotos viejas, las ropas de otros tiempos y disfrazarme, en un altillo de una casa que nunca tuve, convertirme por un rato en un personaje del mundo Boggio. Eso es lo que quiero. Pero cuidadito...un rato solamente, porque tienen un mundo cotidiano demasiado real y da miedo quedarse en la piel de cualquiera de ellos. Mi realidad aplasta la ficción de Boggio, por suerte, eso me hace creyente, hay Dios porque no soy un personaje de Boggio...todavía. Lo imposible me arropa, pero para alguien enamorada de la ficción como yo, no es definitivo. Ser verosímil puede ser el mayor temor cuando supera a lo real como en este autor.

9 comentarios:

  1. Si.... ese es DANIEL. Que vacío dejaste AMIGO.

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  2. terrible vacio... una persona irrepetible; lo conocí y si como autor era genial, como amigo y maestro, ni hablar.

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  3. Irreparable pérdida. Un maestro de la vida. Amigo mío....Ya empiezo a extrañarte

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  4. Gracias por hablar asì de Daniel y comentar su libro. Tal vez esto que pego a continuaciòn salga el pròximo domingo en La Capital,en una especie de homenaje a Daniel.

    Mi deuda con Daniel Boggio.

    Pasada la medianoche, recibo un mensaje de texto: Falleció Daniel Boggio. Me lo manda Mercedes Alvarez, una amiga que empezó a escribir en el taller literario que Daniel daba en la Biblioteca de las Naciones Unidas. Ahí lo conocí, ahí la conocí a Mercedes, ahí conocí a muchos de los buenos amigos que hoy me acompañan. No creo que Boggio me haya enseñado a escribir -no creo que nadie pueda- pero me enseñó a pensar. A pensar dentro y fuera del ámbito de la literatura. Daniel era un orador brillante, un gran lector, una mente demasiado lúcida. Cada una de sus clases significaba, para los que fuimos sus alumnos, una revelación y él lo sabía y jamás especuló con eso. Nunca se guardó nada; siempre dio todo lo que tenía para dar. Daniel era un tipo sumamente sensible, más interesado en el bienestar de los demás que en el suyo; lo que en más de una oportunidad lo llevó a abandonarse a sí mismo, a verse envuelto en situaciones de las que tal vez nadie pueda zafar sin lastimar a personas que no merecen ser lastimadas. Una noche le dije que su problema era que él no había nacido para vivir en esta ciudad, en este mundo. Me contestó que yo acababa de hacerle el mejor de los elogios. Fuimos amigos, pasaron los años y, finalmente, cada uno siguió por su lado. Sé que en este momento, como diría su admirado Onetti, no sirven las palabras para explicar. Hacía muchísimo tiempo que no lo veía, y sin embargo, la noticia de su muerte me deja consternado, aturdido, hecho bolsa. Pensaba escribir algo más largo y de repente no puedo. Me doy cuenta de que no voy a poder. Pero yo pedí este pequeño espacio para decir algo y lo voy a decir ahora: muchas de las personas que escribimos en esta ciudad estamos en deuda con Daniel Boggio; la ciudad, de algún modo, también. Es la culpa, Daniel. Esa es la palabra. Viene del alemán y quiere decir tener una deuda imposible de pagar.
    Jorge Alberto Chiesa.

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    1. También yo asistí a sus talleres, es más fue un un grupo inseparable que comenzó con 32 personas y terminó en 8 que seguimos la trayectoria durante 4 años. Daniel fue y será mi guía literaria.

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  5. Jorge, mil gracias por compartir esto tan emotivo en mi blog. Sinceramente, no sabía de la pérdida de Daniel, para mí una gran pérdida a nivel literario y lamentablemente me perdí de conocerlo a nivel personal, cosa que lamento aún más leyendo los hermosos comentarios que le han dedicado muchos de sus amigos!. Imaginaba, de todas formas, que era un gran tipo, su literatura lo delata en cada frase, original y con un sentido aguzado, denota un ser brillante! Me siento muy feliz de rendir este homenaje, aunque pequeño, en mi blog. Ojalá muchos conozcan su prosa...y la disfruten tanto como lo hice yo.

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  6. La verdad es que la noticia me cayó como el culo. Yo también fui alumno suyo y la verdad es que estuve en muchos talleres literarios pero Daniel fue mi único maestro. Pensaba ir a verlo a la presentación de algún libro suyo cuando volviera a Argentina el próximo año, pero veo que no va a ser posible.

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  7. Un manipulador bien sicopatón que moría por seducir a sus alumnas, eso era Daniel Bogio. No creo que en 20 años haya cambiado tanto. En sus clases mostraba claramente lo pedante que era, y sé de más de uno que salió bien defenestrado de su taller, no por una cuestión literaria, sino porque se metía con lo personal y moral. Muy malos recuerdos de ese señor.
    Obviamente, no pienso dar mi nombre acá, critiquen si quieren, no me voy a escrachar ante el inframundo cultural de Mardel. Adivinen. Pero dejen de ponerlo por las nubes que como persona dejaba muuuuuuucho que desear.
    Saludos

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  8. no lo conocí personalmente, sólo a través de este libro que comento en el blog. no sé cómo era como persona, sólo me baso en lo que leo, en su producción literaria. del resto de los escritores comentados en este blog tampoco conozco más que su obra. este es un blog literario no personal, ni personal.

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