patito

lunes, 16 de enero de 2012

Chaqueta marrón


Entre las hojas del libro se dejaba ver un poco de tela marrón que reconocí inmediatamente. Era su chaqueta la que asomaba irregular, arrugada, haciendo que el libro no se pudiera cerrar.
Imaginé que se había tirado adentro y que su chaqueta se había quedado desafortunadamente atascada. Tironeé un poco de la tela y no logré sacarlo, estaba dentro, muy dentro. Insistí, no podía resignarme, y la tela cedió bruscamente hasta mi, pero sin él.
Me quedé mirando la chaqueta vacía y la arrojé con furia sobre el sillón. Jamás volvería. Por la noche no tenía noticias, me desvestí despacio y tomé el libro entre mis manos. Quemé las horas arrancando cada una de las hojas de ese libro. Quemé las hojas también, que reducidas a cenizas cubrieron mis piernas, pintaron mi cara y lloré.

Patricia Bustelo
Noviembre 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario